El lado "facha" de Gallardón.

Hace tres años, cuando competía por la Alcaldía de Madrid, la flamente Secretaria de Estado para Iberoamérica -Trinidad Jiménez- decía que en la candidatura de Gallardón había gente de muy extrema derecha y que no nos confundiéramos con el cierto talante del individuo en cuestión, que a veces el hábito ha hace al monje.

Lo cierto es que el alcalde más famoso de España -y el que más obras urbanas tiene en marcha por centímetro cuadrado- cae bien a la gente (llamémosla así) progresista (de ahí viene su desgracia y aislamiento en su propio partido). También es verdad que lo tiene fácil si lo comparamos con el resto de sus comilitantes y con alguno de los energúmenos que los apoyan desde los medios de comunicación pero con el paso del tiempo creo recordar que las cosas tienden a ir a su sitio (es una cierta inercia aunque la ley física de la inercia no dice eso).

Y transitados tres años de Alcalde, próximas las elecciones por tanto, el muy inteligente Alberto Ruiz Gallardón le vuelve a hacer un guiño a su electorado ultraconservador vetando la representación de la obra "Lorca eran todos", dirigida y protagonizada por el actor catalán Pepe Rubianes. El veto se fundamenta en unas declaraciones (no voy a entrar a valorar si afortunadas o no, pero algo soeces desde luego que sí lo son) de este actor, que luego matizó creo yo bastante debidamente en entrevista con Gemma Nierga en "La Ventana" y que dieron lugar a una gran polémica, especialmente animada por los sectores conservadores ("fachas") de nuestra sociedad (por ejemplo la Fundación para la Defensa de la Unidad Española). Creo que este tema incluso ha llegado a estar en tribunales e ignoro si al final alguien ha decidido algo distinto que no sea decir que (con mayor o menor gusto) la libertad de expresión es un derecho legítimo de todo español desde 1978 y que nadie debe violentar, ni esa Fundación, ni el Alcade de Madrid, por muy capital de España que sea y por muy "progre" que nos lo vendan.

Con este veto, el Alcalde echa por tierra uno de sus logros más interesantes e indiscutibles, la recuperación para la escena cultural del Teatro Español y el acertadísimo nombramiento de Mario Gas como su director (o "ex" porque igual ha dimitido ya a estas horas). Cierto es que el teatro seguirá funcionando (imagino) pero el próximo director ya sabe que -casi como en la Edad Media- se funciona en régimen feudal ("el Teatro es del Ayuntamiento y yo soy el Ayuntamiento,así que se programa lo que yo quiera" más o menos). El Alcalde de Madrid ha perdido una oportunidad única de seguir demostrando ese "talante progresista", porque muy bien podía haber dicho, "señores y señoras, la obra se va a representar porque está en la programación y el director del teatro es un experto y considera que merece ser representada, ahora bien, a mi el Señor Rubianes me cae fatal y no pienso ir a verlo, ustedes hagan lo que consideren oportuno", y luego, que sea el pueblo de Madrid (y sus turistas y visitantes) quienes decidan ir o no a la obra. Y si finalmente no va nadie, y eso mismo ocurre con el resto de la programación, sí que estaría justificada el cese/dimisión de Mario Gas, pero claro, eso igual es complicado que ocurra cuando en ese teatro llevan colgando el "no hay billetes" varias temporadas seguidas.

Actuando como está actuando, el Alcalde de Madrid volverá a enervar la pasión que por él sienten sus acólitos (creo no le haría falta para ser reelegido pero vamos, vaya a ser que me presenten estos del PSOE a Felipe y veremos a ver qué pasa), y otra mucha gente se estará preguntando si la suspensión de la obra es porque en la obra (y fuera de ella), Rubianes se mete con "la España que mató a Lorca, permitió que Machado muriera de pena en Colliure y dejó morir a Miguel Hernández en la cárcel. La España que 'paseó' a miles de demócratas y llenó el país de fosas comunes y nos sumió en el silencio más largo, cruel y sanguinario de la historia". Ahí le duele al PP, será por el joven alma falangista que llevan dentro.