De tránsito

En la vida siempre estamos de tránsito a alguna parte. A veces acertamos y otras no. Vamos a recoger algunos de esos momentos y pensamientos en este blog. Espero que gusten y sirvan para algo.

domingo, septiembre 17, 2006

El final de los imperios.



En la promoción de Alatriste he leído, visto y oído al antes semidios y ahora soldado de fortuna Vigo Mortensen establecer un paralelismo entre el final del Imperio Español y el final del imperio (en minúscula) yankee, comentando que si bien ahora los Estados Unidos dominan la tierra, llegará un momento en que caerán y que bien harán sus compatriotas en tomar nota de lo que pasó con España a partir de 1643.

Lo cierto es que la frase, que imagino forma parte un poco de la estrategia de promoción de la película, tiene mérito pronunciada por un actor norteamericano quien, a pesar de ser bastante conocido, no es una gran estrella y puede llegar a costarle bastante caro en su país (vamos, que pueden dejar de contratarlo los grandes estudios). Una vez reconocido esta dosis de cierto valor (muy posiblemente impregnado por el papel que acaba de rodar), llevo varios días reflexionando sobre la misma y lo cierto es que no termino de estar, desgraciadamente, de acuerdo.

España dejó de ser potencia mundial por la conjunción de varias causas y la principal de ellas no era otra que la pobreza. Se trataba de un país donde los esclavos de las Indias alimentaban a gran parte de los once millones de españoles que no podían trabajar por ser hidalgos, clérigos, artistas o nobles. Alrededor de estas clases pasivas (inmensamente grandes por cierto) pululaban siervos, criados, vividores, etc. personas cuya única dedicación estribaba en servir y servirse de su señor (en mayor o menor medida). La banca no existía (los judíos habían sido expulsados y/o quemados siglos atrás) y en el campo, los agricultores eran esclavos de la tierra (casi como en la Edad Media) y los moriscos habían sido paulatinamente perseguidos hasta su definitiva expulsión (que coincide más o menos con la época de Alatriste). En definitiva, el marco  socioeconómico no permitía sostener a una potencia. España vivía anclada en la época medieval y sólo una inexplicable serie de circunstancias la habían puesto donde estaba, en la cabeza del mundo, bien alta, para que todos fueran a por ella.

Y según mi opinión ahí radica la diferencia entre el imperio yankee, que comienza a forjarse paradójicamente con la ilegal invasión (que en algunos sitios perdura) de Cuba, Puerto Rico y Filipinas en 1898, últimas posesiones del Reino de España en Ultramar (y de donde nos debíamos haber ido muchos años antes) y el "nuestro": los norteamericanos, a pesar de su desastroso gobierno, son una potencia económica mundial y además, aunque no lo parezca, no están peleados con casi nadie (recuerden el cinismo de que nunca estuvieran en guerra con Vietnam). Me temo, querido Mortensen, que esta vez el tiro puede salirte por la culata.


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3 comentarios:

Blogger Juan Carlos García Gómez ha dicho...

Puede que tengas razón.

Respecto a la peli me pareció un PELICULÓN. En cuanto te acostumbras a la vocalización extraña y silabeante de Viggo todo perfecto.

La fotografía es una sucesión de maravillosos cuadros. La interpretación de Viggo es magistral, fantástico en sus poses y gestos toreros.

Las escenas de lucha, que a mi por lo general no me gustan, son impecables, las espadas buscan matar al contrario, no hacer un baile de sables, se respira el peligro desde la primera estocada y la lucha dura lo que tiene que durar y se degolla cuando hay que hacerlo.

Los secundarios tb fantásticos. En todo caso, yo habría hecho al menos dos partes, para poder contarlo todo con más sosiego y poder darle mejor conexión a una trama con otra, que quizá ha quedado pelín brusco.

1:16 p. m.  
Blogger Sentido Común ha dicho...

Con una temática parecida, decimos cosas distintas que al final se juntan necesariamente...

http://www.equinoxio.org/corte/adelante-presidente/

9:34 p. m.  
Blogger De tránsito ha dicho...

Yo creo que pesaban mucho el fracaso cosechado por adaptación de la novela "El Club Dumas" de Pérez-Reverte, dirigida (por decir algo) por Polanski. Eso igual propició que esta vez dispararan con toda la artillería.

11:22 a. m.  

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