De tránsito

En la vida siempre estamos de tránsito a alguna parte. A veces acertamos y otras no. Vamos a recoger algunos de esos momentos y pensamientos en este blog. Espero que gusten y sirvan para algo.

sábado, septiembre 23, 2006

El Perdón Infinito de la Historia.

Uno de los dirigentes (entonces, ahora es "ex-dirigente") que salió con el pelo revuelto en la famosa foto de Las Azores va de ahora de conferenciante político y de consejero de medios de comunicación estadounidenses de extrema derecha. En la universidad que lo acoge (deber ser una institución sólida, tras dos o tres años de presencia de este conferenciante siguen apuntándose alumnos y alumnas) dictó ayer una nueva conferencia en la que dijo que pidió a los musulmanes que se disculpen por los ocho siglos de ocupación (imagino que de la Península Ibérica), considerando "estúpida" la Alianza de Civilizaciones, apoyada por Rice (USA) y Blair (UK).

Por si la SER y El País pudieran haber vuelto a manipular declaraciones fuera de contexto he escuchado el audio (parte de él, me ha sido imposible oirlo entero, mi conciencia no me deja), observo con estupor que la dicción no ha mejorado mucho y con más asombro que es verdad que dice eso y encima hay quien le paga por decirlo (lo que es más grave).

Ya puestos a pedir perdón podíamos nosotros -los españoles, país de mucha solera y por tanto, lugar donde han acaecidos cosas buenas y no tan buenas- lanzar la primera piedra y pedirle perdón a los peruanos y a los bolivianos por haberles mandado a Francisco de Pizarro a conquistarlos y destruir su milenaria civilización o, si queda alguien para oirlo, solicitar excusas a los descendientes de los indios de Guanahani por la visita que les hizo el Almirante de la Mar Océana con tres barcos llenos de exdelincuentes y ya puestos, al propio Papa Benedicto por el Saco de Roma (igual el conferenciante ya se lo ha pedido en privado a Berlusconi) donde unos mercenarios alemanes y herejes pasaron a cuchillo a todos los guardias suizos, curas y monjas que se interpusieron en su camino, por orden de un muy católico Emperador, y así sucesivamente los británicos nos deben pedir perdón por lo de Trafalgar (y no digamos ya por de Gibraltar), los propios estadounidenses por invadir Cuba y Puerto Rico, los aborígenes australianos deberían recibir las excusas de la Reina de Inglaterra por haberles convertido en anfitriones de los presos, los manchúes deben pedir perdón a los chinos y éstos, ya puestos en plan buen rollito a los tibetanos y ... bueno, no sigo que me salgo del planeta y no he terminado y además me surgirían dudas como la siguiente: a los saguntinos quién les debe pedir por el asedio y conquista de Aníbal, ¿los tunecinos? o ¿los cartageneros?

Lo más triste de todo esto es que esos "invasores" crearon una de las sociedades más avanzadas de su tiempo (sino la que más) que sólo el poder militar de los analfabetos reinos del norte consiguieron destruir y si alguien no sabe de lo que hablo, que recuerde como dice mi amigo José Vicente: "cuando en Londres vivían a oscuras, en Córdoba había kilómetros de farolas".

Dicen que el tiempo cierra las heridas, aunque no vuelve más listo a quien no lo es por muchas universidades que visite, ya lo dice el dicho: lo que natura non da, Salamanca non presta.

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