Volviendo a la realidad.
Uno de los problemas de todo lo que empieza, es que suele acabarse. Ese mismo problema lo estoy sufriendo a lo largo de hoy, tras algunos días desconectados en plan totalmente veraniego tradicional (nada de escalada, submarinismo, vela, perenigraciones y otras cosas "modernas", lo mío es playa, toalla, nivea y libros a manta), ya estamos en casa de nuevo aunque aún quedan algunos días para que comencemos el trabajo.
Lo cierto es que no deja de ser otro tránsito, que puede llegar a ser hasta duro y edificante, dependiendo de la intensidad con la que quieras limpiar tu vivienda tras un mes sin estar en ella.